
"Una breve historia legal de Marihuana.pdf" (4,47 MB)
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"Setup.pdf
básica hidropónico" (475.17 KB)
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"Guía de
iniciación a la creciente Marijuana.pdf" (26,55 KB)
http://www.megaupload.com/?d=O8P5Z6JV
"Biblia del
autocultivo de correo Historia de la Marihuana.pdf "(2,99 MB)
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"Gran Libro
de buds.pdf" (10.59 MB)
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"Building.pdf Bong" (32,1 KB)
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"Cañapa -
Coltivare La Marijuana.pdf" (93,82 KB)
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"El cannabis
Alchemy.pdf" (400.35 KB)
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"El
cannabis crece Bible.pdf" (8,93 MB)
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"Cannabis Indoor
- ITA.pdf Nautilus" (1.6 MB)
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"El
cannabis, cáñamo, marihuana Strainbase {1 Of" (495.18 KB)
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"El cannabis,
cáñamo, MarijuanaStrainbase {2.of." (207.51 KB)
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"El cannabis,
cáñamo, marihuana Strainbase {3.of." (74.77 KB)
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"El cannabis,
cáñamo, marihuana Strainbase {4.of." (43.96 KB)
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CULTIVO
DE MARIHUANA

1.1.- LA .
El cáñamo es una planta herbácea, angiosperma, dicotiledónea del orden de
las urticales y de la
de las canabaceas.
La marihuana y el cáñamo son la misma planta, el
``cannabis sativo", existiendo múltiples variedades.
La diferencia estriba
en la cantidad de resina y su contenido de THC, tamaño y número de cogollos,
forma de las hojas, altura de la planta, aroma, origen, etc.
El THC o tetrahidrocanabidol es una sustancia psicotrópica que se halla presente en la resina. Cuanto
mayor sea el porcentaje de dicha sustancia presente en la
marihuana, de mejor calidad será esta. La
resina además del THC también
contiene otras sustancias muy similares al THC, pero no psicoactivas
que son
el Cannabidiol (CBD) y el Cannabinol (CBN). Estas sustancias parecen ser las que
determinan el olor y el sabor de la resina. El cáñamo común contiene gran
cantidad de estas
sustancias en sus flores, pero un bajo contenido de THC, a
veces inpreciable.
La sativa común presenta mas contenido de THC cuanto más
tropical sea su cultivo, o dicho de otro
modo tiende a cañamizarse cuanto
más se aleje del trópico, siempre en condiciones naturales. En
África se
encuentran sativas de gran potencia, así como en el Caribe y América
.
La variedad
Indica de la C. sativa crece en Asia, son plantas más bajas muy
ramificadas con grandes cogollos muy
resinosos. Las sativas comunes
tropicales crecen más espigadas y con cogollos de menor tamaño, su
subida es
más cerebral y más rápida. La variedad Ruderalis crece en el norte de Europa y
presenta
cantidades variables de THC al igual que algunos cáñamos. Al
plantar una semilla tropical en nuestro
clima, si las condiciones le son
favorables, puede mantener el vigor, pero a lo largo de generaciones
tendería a cañamizarse.
1.2.- GERMINACIÓN.
Se ha hablado
mucho sobre la germinación de semillas en general, relacionando este hecho con
las
fases lunares. Hay quién dice que es mejor plantar en luna nueva y otros
dicen que es mejor hacerlo
cuando está llena.
No está demostrada la
influencia de la luna al germinar una semilla en el interior. Lo que sí se sabe
es
que las semillas son delicadas y les puede afectar tanto la excesiva
humedad, como la falta de agua.
El hecho de que el medio esté tibio ayudará
a la germinación. Venden mallas eléctricas construidas
para tal fin, también
se utilizan yogurteras eléctricas con muy buenos resultados. Si se utilizan
fluorescentes se pueden instalar los cebadores en la parte inferior de la
cubeta para que proporcionen
el calor justo. Se debe insistir en el hecho de
que las semillas deben ser de calidad garantizada y
adaptadas a interiores,
pues el trabajo que se emplea y el dinero invertido es el mismo para una
semilla mala que para una de buena, mientras que los resultados son bien
distintos.
Las semillas buenas son de colores diversos según el origen de la
planta, pero suelen ser atigradas y
no forzosamente de gran tamaño. Las
semillas de cáñamo o cañamones, de los que se dan a los
pájaros son más
grandes que las de marihuana aunque de igual forma. Las semillas que no han
madurado bien tienen un tono verdoso y suelen romperse con una ligera
presión de los dedos, no se
puede asegurar que el código genético quede
intacto si la semilla no ha madurado lo suficiente en la
planta, cuando eso
sucede, la semilla si resiste una ligera presión y adquiere un tono tostado. Las
semillas de compra no tienen una garantía absoluta, pues se trata de
material vivo, pero si que están
bien maduradas y tienen denominación de
origen. Absolutamente recomendadas. En Amsterdam se
pueden encontrar en
muchos sitios, el más legal aunque probablemente el de mayor precio, aunque
también el de mayor garantía es el anteriormente mencionado, sino también se
puede contactar con
un tal Wernard, de Positronics, es plantador, vende
material, semillas y es un gran entendido en el
tema.
Se
pueden enterrar las semillas directamente en la tierra, regar a continuación y
esperar que salgan.
Este sistema dependerá demasiado de la suerte. Se
recomienda poner las semillas en un vaso de
agua tibia (añadir unas gotas de
lejía -cloro- para evitar que se pudra el agua). Al cabo de un día las
semillas se hundirán, las que no lo hagan seguramente no germinarán. Al cabo
de unos días las
semillas sanas se abrirán y dejarán asomar una punta
blanca, la raíz. No conviene dejar asomar
mucho la raíz. En ese momento
conviene enterrarlas a 1-1'5 cm. de profundidad y cubrirlas
suavemente con
un poco de tierra, regar a continuación pero nunca demasiado. El punto exacto de
agua sería mantener el medio húmedo pero no mojado, quizás un sistema de
goteo podría ser un buen sistema si se le pilla bien el punto. Otra forma de
provocar que se abran y asome la raíz sería poner
las semillas sobre una
servilleta de papel en un plato, colocar otra servilleta encima y regar
suavemente por encima, mantener húmedo. No será necesario que tengan luz
hasta que no broten. En
ese momento, será indispensable.
Nunca se debe
dejar encharcar el medio, se pudrirían, al igual que no es conveniente que el
medio
sea demasiado poroso ni demasiado abonado. Un buen medio sería
sustrato mezclado con lava o
perlita. Se puede germinar en la maceta
definitiva si se desea, ahorra trabajo, pero quizás se necesite
excedente de
semillas, pues sería conveniente poner más de una por tiesto para asegurar el
éxito y
luego dejar la que sale con más vigor, con lo que probablemente
tendríamos que sacrificar alguna por
falta de espacio. Lo más adecuado son
los potes de turba degradables (Jiffy pots), se colocan
directamente en el
recipiente definitivo en cuanto las raíces asoman por sus paredes. Son muy
prácticos, pero también se pueden utilizar pequeños tiestos de plásticos
provistos de agujeros de
drenaje. Si se hacen germinar todas en un tiesto se
pueden trasplantar con una cuchara sopera
procurando llevarse el mayor
volumen de medio posible sin que afecte a la recién brotada semilla,
aunque
es fácil romper alguna raíz y no se puede asegurar el éxito del transplante por
más cuidado
conque sea hecho
No se puede saber el sexo de una planta
hasta que no aparecen flores, cosa que ocurre cuando el
proceso ya está
avanzado. La revista HIGH TIMES, especializada en el tema, aparte de ser una
publicación interesantísima, anuncia unos Kits para sexar las plantas de
bien jóvenes con una muestra
de tejido. Aseguran un resultado fidedigno,
aunque el precio es algo elevado. Si no se dispone de
dicha tecnología de
última aparición y dado que no podemos sexar las semillas ni los brotes a simple
vista, es conveniente plantar más plantas de las previstas para obtener el
número de hembras que se
desea cultivar. La proporción de machos y hembras
es de 1: 1, las buenas condiciones pueden
favorecer la germinación de un
mayor número de hembras y si las condiciones son malas tendremos
más machos.
El sexo ya viene determinado en el código genético de la semilla, pero los
factores que
permiten su germinación son a veces un misterio, parece que una
semilla sepa si tiene otra plantada al
lado.
Las semillas pueden ser
plantadas nada más ser recogidas. También se pueden conservar durante
mucho
tiempo, incluso años, pero deben envasarse bien secas y a salvo de la luz o de
fuentes de
calor, si es posible al vacío. La edad afectará a la germinación,
haciéndolo menor número de ellas, así
como pueden experimentar una pérdida
de vigor y probablemente también de potencia si son muy
viejas o no han sido
bien conservadas.
La hierba que se vende en los cofee-shops holandeses,
contiene alguna semilla, pero parecen estar
esterilizadas, dado que no
suelen germinar o nacen bordes, no seria ilógico si pensamos que las
comercializan aparte.

2.1.- EL CULTIVO
INTERIOR.
Si nuestro interés es el cultivo interior, debemos considerar
que las semillas que proceden de plantas de
exterior, aunque sean de buena
calidad necesitarían una adaptación al medio artificial y esto podría
llevar
generaciones de semillas seleccionadas para obtener buenos resultados. Esto lo
llevan haciendo
en Holanda con muchos medios y durante años. En la
actualidad cuentan con un amplio catálogo de
semillas de calidad asegurada
para todo tipo de cultivos. En el cultivo interior la genética se mantiene si
se crean las condiciones más favorables y se cruzarán las plantas que mejor
se adapten al microclima
creado bajo la luz artificial.
Esta demostrado
que la genética de una semilla es el factor más importante para que el producto
final
sea de calidad. Una mala semilla en las mejores condiciones puede dar
una gran planta pero sin resina
ni olor. Las semillas deben tener ``pedigrí"
o linaje.
La planta tiene dos fases en su vida, el crecimiento vegetativo y
la formación de flores, cosa que ocurre
cuando la planta percibe que la
duración del período de luz solar se va acortando, es decir, que se acerca el
otoño. Cuando el día empieza a ser más corto que la noche, la planta entrará en
periodo de
floración sea cual sea el tamaño que haya alcanzado.
En
interiores, se ha descubierto que se puede forzar la floración manipulando el
tiempo de exposición a
la luz artificial, cuando la planta tenga la altura
que se desee. Bajo estas condiciones la madre naturaleza
eres tú.
Aquí
tienes información sobre un sistema ya probado de autoabastecimiento, en el que
se pueden
recoger de tres a cinco cosechas al año, dependiendo de la
complejidad del sistema.
Es mucho más sencillo adaptar una semilla de
interior a exterior que a la inversa .
La luz del sol tiene muchos rayos
ultravioleta que quemarían a una planta crecida bajo luz artificial, si se
la somete a dicho cambio de forma brusca.
Si por el contrario dicho
cambio es hecho paulatinamente la aclimatación será perfecta. Conviene
improvisar un pequeño invernadero con plástico o similar hasta que puedan
soportar la luz directa.
Muchos plantadores de exterior comienzan la
plantación en interiores. Hay semillas aptas tanto para
interior como para
invernadero.
Adaptar una planta de exterior a interior no vale la pena. Hay
semillas de `pedigrí" aptas para balcones
con buenos resultados. El problema
del cultivo exterior es que a pesar de que se cultiven grandes
plantas,
estas están expuestas durante meses al clima y a las plagas, y solo hay una
cosecha por año.
2.2.- ILUMINACIÓN.
Durante muchos años se
han utilizado los fluorescentes para el crecimiento de plantas sin sol. Después
se utilizaron lámparas de vapor de mercurio, aunque sin grandes mejoras.
Desde la aparición de las
lámparas de alta presión: las de vapor de sodio
(HPS) y las de halogenuros metálicos(MH), que suelen
utilizarse en el
alumbrado público (autopistas, parques, estadios, etc. ), las demás se han
quedado
anticuadas, aunque los fluorescentes se pueden seguir utilizando.
(son idóneos para ciertas fases del
proceso).
Las luces incandescentes y
las halógenas, no son de nuestro interés. No dan el espectro adecuado y si
mucho calor y consumo.
Las del tipo MH, son ideales para crecimiento
vegetativo y son aptas para germinación y clonación
(esquejes). Dan una luz
generalmente blanca, existiendo diversos tonos.
Las del tipo HPS, son
ideales para floración y aptas para crecimiento. Suelen dar una luz de color
anaranjado, aunque ya se han obtenido nuevas tonalidades, incluso el sodio
blanco.
Los fluorescentes del tipo cool white (color 33) y los del tipo
gro-luxe, son ideales para clonación y
germinación.
Si no hay más
remedio, con cualquier lámpara de alta presión o incluso con un buen montaje de
fluorescentes, se puede realizar todo el ciclo. Las potencias de éstas
lámparas (HP) son de 150, 250,
400 y 1000 W. Las diferencias de precio entre
una de menor potencia y otra de mayor, son mínimas, en
cambio los resultados
son muy distintos. No son recomendables potencias menores a 250 W.
Las
lámparas de alta presión llevan balastos muy pesados y deben estar bien sujetas
con cadenas o
poleas. Se pueden montar los balastos aparte, y sólo sujetar
la pantalla y la bombilla a una polea, dado
que la luz deberá ir subiendo a
medida que las plantas crezcan. Es imprescindible consultar con un
especialista para saber instalar bien una lámpara de estas características,
si no se tienen conocimientos
sobre electricidad. Conviene esta advertencia,
mas por el peligro que entraña una instalación mal hecha,
que por la
complejidad del montaje que no es tal.
Para lograr un rendimiento parecido a
una HP a base de fluorescentes, se requerirá un montaje bastante
pesado y de
difícil manejo. Hemos de pensar que un watio de luz de una lámpara de alta
presión da más
luz que un watio de luz fluorescente.
Hay soportes con
movimiento circular o lateral donde se instalan una o varias lámparas, logrando
doblar
el área de plantación, aunque son costosos.
Las lámparas MH,
requieren funcionar en horizontal alterando su rendimiento las inclinaciones,
seria
conveniente usar un nivel de obra. Algunos modelos funcionan en
vertical, pero con menor rendimiento.
Luces recomendadas. :
· Bombilla
de sodio SON-T AGRO 400 W de PHILIPS, ideal para crecimiento y floración.
·
Bombilla de sodio SON-T 400 W de PHILIPS, ideal para floración.
Estas dos
bombillas, pueden ir montadas en un kit con pantalla y balastros ideal para un
área de 180x60
cm (SGR 200 de PHILIPS) · Bombilla de halogenuros metálicos
HPI-T 400 W, con kit (soporte + pantalla + balastros) MGR 300 de
PHILIPS.
En caso de usar fluorescentes que no sean los anteriormente recomendados,
debemos pensar que los
azules o fríos son más aptos para crecimiento y los
rojos o cálidos son para floración.
En el sistema que más adelante se
explicará, se iluminarán dos áreas de 180x60 cm. Una de
crecimiento,
iluminada con una HPI de 400 W. ó con un montaje de cuatro fluorescentes de 120
cm y
dos redondos de 30 cm para los laterales. Y la otra área, iluminada con
una HPS tipo SON-T de 400 W.
Las distancias recomendadas desde la luz hasta
las puntas de las plantas dependen del tipo y la
potencia de la lámpara:
usando fluorescentes la distancia se mantendrá entre 5 y 15 cm. La distancia
para una HPS de 400 W. se mantendrá entre 50 y 60 cm.
Algunas especies
aguantan menos distancia, pero si las hojas superiores se doblan hacia arriba,
es que,
están demasiado cerca de la luz.
Las necesidades lumínicas de la
marihuana, según Rosenthal, son de entre 1000 y 3000 lumens por pie
cuadrado
a la distancia recomendada.

2.3.- MEDIOS DE
CULTIVO.
Los medios de cultivo son lo que comúnmente venimos a llamar
tierra. Desde la tierra que se puede
aprovechar de una maceta vieja hasta la
más sofisticada mezcla inorgánica usada en cultivos
hidropónicos en los que
el alimento es suministrado de forma medida en el agua a través de ingeniosos
sistemas de riego automatizado hay un largo camino. En un primer sistema no
se querrá utilizar algo tan
complicado, pero tampoco algo de tan pocas
garantías. Todo lo que se use debe estar esterilizado y no
se deben utilizar
tierras viejas ó provenientes del exterior, pues pueden tener plagas, (se puede
hervir la
tierra aunque es muy trabajoso). Las mezclas para plantas de
interior que venden empaquetadas suelen
estar esterilizadas. (Debe
indicarlo).
Lo ideal es hacerse uno la propia mezcla comprando los
materiales por separado. Podríamos definir tres
características básicas de
los materiales a utilizar en una mezcla:
1.NUTRIENTE, que aporte los
elementos que la planta necesita para su desarrollo.
2.RETENTOR DE AGUA, que
permita que el agua sea absorbida o sé a adhiera a su superficie
3.AIREADOR
DRENADOR, que permita que el agua drene con facilidad y evite que la mezcla sea
muy
compacta.
El medio ideal estaría compuesto de una mezcla que
combinase bien los tres elementos.
En cultivos hidropónicos las mezclas
usadas son totalmente inorgánicas y carecen de nutrientes (se
suministran
por el agua). En cultivos tradicionales se utilizan materiales orgánicos sin
esterilizar. Aquí se
proponen únicamente mezclas semiorgánicas pero todas
con materiales esterilizados, pues pensamos
que es lo más cómodo si no
quiere uno introducirse en el mundo de los cultivos hidropónicos, lo cual es
muy interesante.
Materiales orgánicos:
Sustrato vegetal: ``tierra"
preparada para plantas de interior basándose en materia vegetal en
descomposición. Tiene mucho alimento y también retiene mucha agua, pues le
añaden retentores de
humedad. Por si sola no tiene buena aireación ni
drenaje, pero es un buen nutrientes para añadir a la
mezcla.
Turba de
spagnum: excelente nutriente y retentor. La mayoría de las turbas que se
comercializan, son de
spagnum, y es uno de los componentes de los preparados
para plantas antes mencionadas.
Humus de lombriz: también conocido como
``vigorhumus", es literalmente producto de lombrices de
tierra. Es un gran
nutriente y un elemento idóneo para una mezcla. No retiene la humedad con
facilidad.
Aplicando una labor de humus por encima de la mezcla mantiene
seca la superficie, pues al regar flota y
vuelve a posarse al ser absorbida
el agua. Está esterilizado.
Abonos orgánicos: están compuestos de materia
orgánica de origen animal (estiércol) ó vegetal en
descomposición. Hay
varios tipos, el ``steer manure", el ``compost", etc. Son excelentes nutrientes
pero
no suelen estar esterilizados (pueden llevar huevos de insectos,
esporas o semillas de malas hierbas).
Su olor no es muy agradable y no posee
un gran drenaje. Existen preparados esterilizados de igual
origen que nos
darán más garantías. Pueden hacer muy compacta la mezcla si se usan en exceso.
Materiales inorgánicos:
Muchos de estos materiales fueron ideados como
aislantes para la industria y luego vistas sus
características fueron
utilizados en jardinería. Algunos de ellos deben ser manejados en mojado, pues
el polvo que desprenden es nocivo. Ninguno de los materiales que describiremos a
continuación contienen
nutrientes.
Perlita: vidrio expandido, forma
pequeños gránulos blancos, que se desmenuzan al presionarlos. Es muy
ligera
y drena muy bien el agua aunque permite que una parte de esta se adhiera a su
irregular
superficie. Aporta una buena aireación. Es un gran componente.
Manejar mojada.
Vermiculita: mica expandida al calor. Retiene el agua en sus
fibras, en gran cantidad permitiendo a la vez
una buena aireación. Es muy
ligera pero no permite un gran drenaje. Es un aislante térmico y se
comercializa en tres tamaños, el más fino se usa para germinación y
clonación como medio principal.
Los más gruesos se usan en las mezclas.
Manejar mojada.
Arlita: bolas de arcilla expandida que permiten una gran
aireación y un buen drenaje, aunque retiene algo
de humedad. Se utiliza en
las mezclas y como fondo de drenaje.
Lava o piedra volcánica: tiene las
mismas características que la arlita, pero pesa mucho más. Quizá
retenga más
humedad pues su superficie es más porosa.
Arena gruesa: de la que se usa en
jardinería, para acuarios, o incluso de la que se usa en construcción,
aunque debe ser lavada. Tiene las mismas características que la vermiculita
pero con mayor drenaje y
mucho más peso.
Porespán: Es hidrofóbico por lo
que drena y airea estupendamente. Se puede usar en bolitas ó en
trocitos
pequeños. Por su gran ligereza es un buen componente, incluso como fondo de
drenaje.
Espuma: cortada en trocitos pequeños de aproximadamente 1 cm3. Se
puede añadir a las mezclas pues
retiene el agua increíblemente a la vez que
airea. No drena y es muy ligera. No conviene que sobresalga
por la
superficie pues puede enmohecerse. Es conveniente que sea sintética pues algunas
espumas
(esponjas) se pudren.
Lana de roca (rockwool): también es un
aislante termo-acústico. Es fibra de vidrio de color amarillo. Se
utiliza
como medio único en hidropónicos y no suele formar parte de las mezclas. Retiene
el agua y
permite buena aireación lo que hace que sea un buen medio de
germinación. El rockwool tiende a
basificar el agua por lo que es
conveniente regar con un PH bajo para equilibrar y añadir al agua el
alimento. Es un medio muy práctico si se usa con conocimiento, y sería un
primer paso en el cultivo de
plantas sin tierra. Debe manejarse mojado y es
reciclable. Se usa en bloques o desmenuzado y en
recipientes. Existe el
libro ``Rockwool Gardening" de V. Patten, y también se puede obtener una
información más aplicada a nuestro cultivo y que habla de más medios en el
libro ``Marijuana
hidroponics" de D. Storm.
Las mezclas propuestas a
continuación llevan entre un 40-50% de materia orgánica y un 50-60% de
inorgánica, evitando tener que abonar en las primeras semanas. Los
materiales inorgánicos son
reciclables, e incluso las mezclas si se las
limpia de raíces y se les añade nueva materia orgánica.
3 PARTES DE (humus
de lombriz, turba y/o substrato)a elegir o combinar.
2 PARTES DE (perlita,
arlita, lava y/o porespan)
1 PARTE DE (vermiculita, arena y/o trozos de
esponja) Es muy conveniente añadir una taza de polvo de
dolomita (carbonato
de calcio y magnesio) por cada 10 litros de mezcla, ayuda a estabilizar el PH y
aporta magnesio de forma lenta, cosa que conviene para el desarrollo de la
planta. Si no se dispone de
dolomita, se pueden añadir sales de magnesio.
Otras mezclas podrían ser: turba-perlita o turba-arlita al 50%, se podría
usar humus en vez de turba o
combinar los cuatro a partes iguales. En
definitiva toda mezcla tiene que cumplir las cualidades antes
mencionadas,
variándolas ligeramente en función de lo asiduo que se quiera regar o del tamaño
de los
recipientes.

RECIPIENTES.
Hemos de
pensar que en la naturaleza las plantas no tienen limite al crecimiento de sus
raíces. En
interiores debemos cultivar en recipientes, lo cual limitará el
crecimiento de las mismas. Podríamos
establecer un mínimo cubicaje de los
recipientes para poder soportar todo el ciclo sin necesidad de
trasplantes,
cosa que traumatiza a la planta y alarga el proceso.
Podemos decir que el
mínimo contenido de una maceta debe ser de 6 litros, y si utilizamos macetas de
más de 12 litros nos quitarán espacio para poder cultivar el número de
plantas ideal en el área
disponible. Dentro de estos límites usaremos los
recipientes de mayor contenido posible, lo que dará una
mayor cosecha. Los
recipientes más grandes darán las mejores plantas, si plantamos dos clones de
una
misma planta madre en dos recipientes de diferente tamaño y les damos
los mismos cuidados, el que
crezca en el mayor de los recipientes será mucho
más desarrollado y con cogollos más grandes. Macetas de entre 25 y 35 cm. De
diámetro o lado y de altura similar nos irán bien para nuestros
propósitos.
Nos conviene manejar materiales ligeros, pues las plantas se deben girar
sobre si mismas
periódicamente para obtener un crecimiento uniforme e
incluso cambiarlas de lugar. Por tanto, los
recipientes de plástico irán
mejor que las viejas macetas de barro. Asimismo, cada planta necesita un
recipiente individual(min. 6 l. x planta), por lo que las jardineras no nos
serán muy prácticas.
Las macetas deben estar en una cubeta común, tipo de
las que se usan para el revelado fotográfico, o
de jardinería, o
confeccionada con hule grueso. También se utilizan piscinas inflables para
niños. La
cubeta permite que la planta pueda reutilizar luego el agua que
drena por los agujeros de la base de la
maceta, si esta es común a todas las
plantas, el agua que le sobre a una puede necesitarla otra. Si no
tienes
nada más usa platos individuales, o cubetas más pequeñas que quepan varias
plantas. Es
conveniente que la mezcla (tierra) no toque directamente al agua
que se deposita en la cubeta, por lo
que se debe poner un fondo de drenaje
en la base de la maceta antes de introducir la mezcla. El drenaje
evitará
dicho contacto y evitará perder medio. Hay sistemas en que las macetas son
elevadas unos
centímetros mediante soportes por encima del nivel de agua,
esta es succionada a través de gruesas
cuerdas de nylon que se introducen en
el medio por los agujeros de drenaje, (siempre conviene dejar
algún agujero
libre). Este sistema permitirá dejar agua en la cubeta y las plantas la
succionan según sus
necesidades, lo que permite regar con menos asiduidad.
Si la luz llega al agua estancada en la cubeta
se formarán algas no
deseadas, evítalo tapando los huecos que queden entre los recipientes. Este
sistema de ``mecha" es similar al utilizado en las macetas auto-riego de
venta en los ``garden center",
con la diferencia que el depósito (cubeta),
es común, en cambio este tipo de macetas, aunque pueden
dar un excelente
resultado requerirá un control más individualizado.
La mecha se puede
introducir por los agujeros de la base de la maceta siempre que quede alguno
libre,
o se pueden practicar nuevos agujeros para tal fin cerca de la base.
El medio se debe humedecer gracias a la succión de la mecha, si al cabo de
un rato el agua no llega a la
superficie, significa que la succión no es
suficiente, por lo que la mecha deberá llegar más arriba o hacen
falta más
mechas, o el medio no es suficientemente poroso para utilizarlo con este
sistema. En caso de
que se moje demasiado(cosa no conveniente pues las
plantas deben pasar periodos secos), o sobran
mechas, o llegan muy arriba o
el medio no tiene suficiente capacidad de drenaje. Lo difícil es encontrar el
punto entre la porosidad del medio y la cantidad de mecha, pero una vez
encontrado es un sistema muy
cómodo. Aunque se utilice un soporte y el medio
no toque directamente el agua es conveniente poner un
poco de medio de
drenaje en el fondo del recipiente para evitar que se escape la ``tierra" por
los
agujeros libres. Si la base de drenaje es muy grande se podrían apoyar
las macetas directamente en la
cubeta sin necesidad de soportes, e incluso
sin necesidad de mechas si el medio es lo suficientemente
poroso, pues las
raíces penetrarían en dicho drenaje y succionarían el agua directamente
obteniendo
parecidos resultados al sistema con soportes. Las mechas serán
convenientes si se desea un riego
menos frecuente. El grosor del drenaje
determinará el nivel máximo de agua.
En ambos sistemas no se debe dejar el
agua en la cubeta durante periodos prolongados, pues se
pueden pudrir las
bases de los tallos si la superficie de la tierra permanece mojada
constantemente. Los
primeros sintamos serán la aparición de hongos en la
base del tallo, se retirarán con un pincel y se
aplicará una labor
superficial de medio seco, sobretodo alrededor del tallo. Lógicamente deberá
regarse
menos asiduo o usar un medio menos poroso. La comodidad de la
automatización puede conllevar
grandes desastres sí esta falla. No hay nada
como un control continuado para poder salvar cualquier
problema a tiempo.
Supervisar bien el funcionamiento del sistema los primeros días nunca estará
de más. Las raíces suelen
salir por los agujeros de drenaje succionando
directamente.
No conviene que les llegue luz pues se volverían marrones.

2.4.- EL ESPACIO Y LAS
CONDICIONES AMBIENTALES.
Es importante conocer las condiciones
climatológicas que queremos crear a la hora de escoger la
ubicación idónea
para el montaje. Las plantas de cannabis son capaces de soportar temperaturas de
entre 10 y 40 grados centígrados, deteniéndose el crecimiento en dichos
límites. La temperatura deberá mantenerse entre 17 y 30 grados siendo 24 grados
la idónea. Lógicamente la temperatura desciende
durante el periodo oscuro.
Con temperaturas muy altas las plantas gastan mucha de su energía en
disipar
el calor y las temperaturas muy bajas pueden llegar a matarlas. La marihuana es
capaz de
absorber una cantidad de anhídrido carbónico(CO2)del aire, en una
concentración mucho mayor a la que
se encuentra en la atmósfera. El aire
contiene un 0.003% de CO2 y las plantas experimentan un
aumento del
crecimiento de casi el doble bajo concentraciones de CO2 del 0.015%. Existen
sistemas a
la venta para aumentar el nivel de CO2 en el montaje.
Hay un
libro sobre el tema aplicado a este tipo de cultivos: (CO2, Temperature and
Humidity" by D. Gold.
). Aplicando estas técnicas se acorta el proceso y se
obtiene mayor producción, aunque debe estar muy
bien regulado pues al ser
más rápido el crecimiento necesita una supervisión más continuada.
Aunque el
CO2 es incoloro, inodoro y no es inflamable, puede ser peligroso rebasar los
límites
establecidos. De todas formas se puede lograr un gran resultado sin
necesidad de tanta sofisticación. El
simple aporte de aire fresco del
exterior(filtrado, por supuesto)nos aportará el CO2 necesario. El aire
debe
ser movido mediante un ventilador en el interior del sistema, para asegurar que
el aire fresco llega
a todo el jardín. El sistema necesitará de una entrada
de aire, que puede venir del exterior mediante
succión y filtrado, o desde
la misma estancia donde se instale el montaje si esta es suficientemente
amplia y ventilada. Será necesaria una salida de dicho aire mediante un
extractor al exterior, o a un
segundo montaje y de este otra al exterior.
Resumiendo, se precisa una entrada filtrada con o sin extractor, una salida
con extractor y un ventilador
en la parte superior del interior del montaje
para que dicho aire circule, conviene que las plantas se
muevan ligeramente.
Los ventiladores funcionarán cuando la luz funcione, aunque se pueden programar
mediante temporizadores. Desde luego así no aumentaremos el porcentaje de
CO2 en el sistema, pero
evitaremos que descienda. Las estufas y calentadores
de gas aumentan la concentración de CO2 en el
ambiente, aunque pueden causar
problemas con la temperatura(debemos pensar que las lámparas
darán calor).
Las visitas al jardín serán agradecidas por las plantas pues nuestra respiración
aumentará
el nivel de anhídrido carbónico del ambiente.
Las plantas
desprenden olor, sobretodo en ciertas fases del proceso. Si esto pudiese ser un
problema,
se aconseja el uso de ionizadores de aire. La humedad del ambiente
conviene mantenerla entre el 40 y
el 60%, el uso de un termometro-higrometro
con máximas y mínimas del día seria aconsejable. Las
medidas del sistema
dependen en parte de la potencia de la luz, aunque hemos de pensar que las
plantas medirán aproximadamente un metro de alto, más la altura de la
maceta, más la distancia entre la
luz y las plantas y el grosor de la luz
con las cadenas y anclaje, será necesaria una altura de por los
menos dos
metros. Si no se dispone de tanta altura se pueden forzar las plantas a
floración antes y en
mayor número cosechando así una legión de ``bonsáis" o
doblar puntas.
El área aquí recomendada es de 180x60, aproximadamente 1
metro cuadrado. Si se hacen dos montajes
simultáneos, uno de crecimiento y
otro de floración, requerirá mayor altura este último. Es necesario que
los
montajes sean estancos a la luz, sobretodo en la fase de floración, donde
interesa que durante la
``noche", la oscuridad sea total. Asimismo se
aconseja que dichas paredes sean refractantes en su
interior, y que el
material del que estén hechas colabore a crear las condiciones climáticas
ideales. Si
nuestro problema es el frío paredes forradas de porexpan nos
conservarán la temperatura a la vez que
refractarán la luz. Y si nuestro
problema es de exceso de temperatura, se pueden usar planchas de
metal. Una
pared de piedra simplemente se pintará de blanco, el color blanco es un gran
refractante.
Podríamos decir que el sitio ideal seria un sótano pues suelen
tener un clima similar durante todo el año,
pero puede ser instalado en
cualquier habitación, armario, altillo, etc. Es mejor que esté alejado de
jardines o cualquier tipo de vegetación pues puede traernos plagas muy
problemáticas. La limpieza de
manos y cambio de ropa no está de más si se ha
trabajado en un huerto o jardín, o si se viene del
campo. Asimismo no es
aconsejable introducir en el montaje plantas provenientes del exterior o de
otros
montajes que puedan tener algún parásito. Lo ideal es no cultivar más
que lo que allí germine.

2.5.- PROCEDIMIENTO DE
CULTIVO.
Una vez familiarizados con los materiales y el espacio
pasaremos a explicar de que forma se cultiva
marihuana en interiores. El
sistema ha sido perfeccionado desde los años 70 en que se empezó a
cultivar
con fluorescentes tanto en América como en Amsterdam.
Cabe destacar el
trabajo realizado desde entonces a gente como Ed Rosenthal y Jorge Cervantes
como
las dos grandes celebridades del tema en E. E. U. U, y su actual
contacto y colaboración con los
maestros holandeses. Para una información
más ampliada se pueden consultar los libros ``Indoor Marijuana Horticulture"por
J.Cervantes en su última edición revisada y ``Closet Cultivator" por E.
Rosenthal (no confundir esta última publicación de 1992 con el ``Manual para
el cultivo de la marihuana"
del mismo autor del año 1973 que fue traducido
al castellano, estando éste como el mismo autor
reconoce posteriormente
totalmente obsoleto en lo que al sistema de cosecha se refiere, aunque fue un
gran primer paso).
En interiores, las plantas son sometidas a un régimen
de luz de un mínimo de 18 horas durante el
periodo de crecimiento, aunque
algunos cultivadores sostienen que durante esta fase las plantas no
necesitan descanso, mientras tengan suficiente aporte de agua y luz, por lo
que las someten a un
régimen continuo de 24 horas de luz. La diferencia
entre los dos regímenes estriba en la duración de la
fase de crecimiento
(horas de luz = crecimiento). Si es necesario por algún motivo tener las luces
apagadas en algún momento del día, es mejor darles 18 horas de luz, nunca
menos. Si no hay ningún
inconveniente es mejor usar el sistema de régimen
continuo (24 horas de luz), las lámparas lo
agradecen, pues los sucesivos
encendidos y apagados les acortan la vida. (Es conveniente esperara una
media hora si se quiere volver a encender una lámpara de alta presión tras
un apagado o una
desconexión). El régimen elegido será constante.
Podemos provocar la floración cuando lo deseemos, con el simple
procedimiento de acortar el periodo
diurno a 12 horas. Las 12 horas de noche
forzarán a la planta a florecer, es importante que la oscuridad
sea total,
polución de luz en esos momentos puede evitar que los cogollos se desarrollen
correctamente.
(El uso de temporizadores es obligado pues los periodos deben
ser exactos. )
Dado que las luces no penetran con la potencia deseada mucho
más de 60-80 cm a partir de la distancia
de seguridad, no conviene dejar
crecer vegetativamente mucho las plantas, pues durante la floración
pueden
llegar a doblar su tamaño y exceder las medidas que deseamos. (La marihuana en
la naturaleza
suele medir entre 1'5 y 3 metros según especies).
De
alguna manera estamos creando ``bonsáis" de marihuana a medida. Las alturas
recomendadas para
iniciar el proceso de floración (12 horas día/12 horas
noche), las limitaremos entre un mínimo de o de 20
cm. Y un máximo de 38 cm.
Según la altura de nuestro sistema y la potencia de las lámparas
buscaremos
la altura ideal entre dichos límites para nuestras necesidades. Si cultivamos
especies
diferentes puede que requieran ser llevadas a floración a alturas
distintas. No conviene mucho que las
plantas rebasen el metro y medio, en la
madurez medirán entre 60 cm. Y 1 metro. Si alguna se dispara
se le puede
doblar la punta con un alambre o un hilo.
Se puede dominar a voluntad la
dirección del crecimiento de una planta. La punta contiene un inhibidor
que
evita que las ramas laterales superen la altura de la punta, está dará el
cogollo más grande y
potente. Con el simple hecho de cortar o doblar la
punta, se neutraliza ese inhibidor y las ramas laterales
pugnan por ser la
más alta, con lo que la planta crece más ancha y ramificada, se recomienda más
doblar la planta desde casi la mitad, antes que cortarla. Las plantas que se
espiguen se irán colocando
en los laterales del sistema para que no hagan
sombra a otras mas bajas.
El método empleado será el conocido como
``sinsemilla" o ``sensi", (palabra americana que procede de
nuestro idioma).
Con dicho método podremos recolectar grandes cogollos resinosos y libres de
semillas.
(si se desean se pueden producir en pocas cantidades según vendrá
explicado)
La marihuana tiene dos sexos y en ocasiones aparecen plantas
hermafroditas. La mayor concentración
de THC se encuentra en los cogollos
que forman las plantas hembras. Los machos apenas si contienen
dicha
sustancia por lo que no interesa su cultivo (sí se cultiva uno excepcionalmente
es por la necesidad
de producir semillas). Las hermafroditas en principio
tampoco serán de nuestro interés. (ver
hermafroditismo). Los machos producen
polen (que no contiene THC apreciable), que insemina las flores
de las
hembras formando semillas, si la hembra es totalmente polinizada deja de formar
flores para
desarrollar las semillas con lo que los cogollos serán más
pequeños y rellenos de multitud de semillas.
Por el contrario si apartamos
los machos del sistema al principio de la floración, las hembras desarrollan
grandes sumisiones florales (cogollos)en un intento de captar el inexistente
polen, al final acaba
madurando ``vírgenes" y dando una cosecha de autentica
``sinsemilla" que en contra de lo que algunos
creen, es un sistema de
cultivo, no un tipo de marihuana. El primer paso será lograr que la semilla
germine cosa no siempre fácil.

2.6.- SISTEMA DE DOS
MONTAJES SIMPLES PARALELOS.
Dos plantadores disponen de dos sistemas
idénticos. Dicho sistema consta de un área de 180x60 cm.
(aprox. 1m2) iluminada con una lámpara de sodio de 400W. tipo SON-T AGRO de Philips, apta para todo el proceso. El plantador A, inicia el proceso de crecimiento hasta que las plantas están a punto de clonar
y pasar a floración. El plantador A hace
clones, se los pasa al plantador B, y pasa a floración. El
plantador B hace
enraizar los clones con un par de fluorescentes y los hace crecer en su sistema.
Para
cuando llegue el momento de clonar y pasar a floración, el plantador A
estará listo para recoger y hacer
enraizar los clones que le pasa el B antes
de iniciar la floración. Así indefinidamente.
El montaje de dos tubos
fluorescentes de 120 cm. Puede ser compartido ya que nunca lo usarán
simultáneamente.
SISTEMA CONTINUO DE MONTAJE TRIPLE.
Este
sistema seria el ideal pues nos proporcionaría de cuatro a seis cosechas al año.
El sistema consta
de tres zonas:
A). Zona de clonación-germinación. Área
de 120x40-60 cm. Se iluminará con un montaje de dos a cuatro
tubos de 120
cm. De color 33. Altura mínima 50 cm.
B). Zona de crecimiento vegetativo.
Área de 180x60 cm. Se iluminará con una lámpara de alta presión de
400W.
Recomendamos una HPI-T de Philips montada en una MGR 300. También de Philips y
especial
para invernaderos. Altura mínima 1-1. 5 metros según grosor
lámpara.
C). Zona de floración. Área de 180x60 cm. Se iluminará con una
lámpara de sodio de alta presión (HPS)
de 400W. Recomendamos una SON-T
montada en una SGR 200 de Philips. Altura mínima 2 metros.
Un montaje de
seis fluorescentes de 120 cm. También seria apto para la zona B, aunque el
rendimiento
seria menor. Las zonas B y C, podrían ser iluminadas con una
SON-T AGRO cada una, pues este tipo
de lámpara es apta para todo el ciclo.
Algunos plantadores doblan la fuente de luz en la zona de floración
asegurando un mayor tamaño de los
cogollos, y con ello una mayor cosecha.
(Aunque también un mayor consumo de electricidad que
encarece el producto).
Para que el sistema sea continuo suponemos que ya se dispone de clones
hembras que se habrán hecho enraizar en la zona A. Una vez las raíces asoman
se trasplantan a los
tiestos definitivos (1416) y se pasan a la zona B. Allí
crecerán hasta que tengan la altura de 30-35 cm.
Entonces se extraen clones
(es conveniente sacar más de los necesarios por si hay bajas), y se enraízan
en la zona A. Las plantas ya crecidas se dejan unos días más en la zona B
para que se recuperen del
trauma de haber sido cortadas, y se pasan a la
zona C para que florezcan y finalicen el ciclo, momento
en que los clones ya
habrán crecido y estarán listos para ser esquejados y pasados a floración. La
duración de cada cosecha dura lo que dura el proceso de floración.
Si
las plantas que están floreciendo aún no han madurado y los clones que crecen en
la zona B ya han
alcanzado la altura, deberemos doblarlos en espera de que
las plantas maduren. Capítulo 3: EL AGUA Y LOS NUTRIENTES.
3.1.- EL
AGUA DE RIEGO.
La marihuana necesita un gran aporte de agua durante todo
el proceso, sobre todo durante el
crecimiento vegetativo.
El agua
utilizada en el riego deberá ser agua del grifo o agua corriente, no se debe
utilizar agua
embotellada para el consumo humano debido a su gran dureza y
excesiva mineralización. Aunque no
está demostrado que la clorina (que se
encuentra en el agua del grifo) afecte negativamente al
crecimiento de la
marihuana, si que puede hacerlo un alto contenido de sal. No es mala idea dejar
reposar el agua durante un día, cosa habitual en jardinería.
El PH del
agua debe ser neutro(ligeramente ácido). Podríamos establecer como límites
aceptables un
PH entre 6. 5 y 7. 2. (El PH tiene una escala de 1 a 12,
siendo 7 el PH neutro, 1 el más ácido y 12 el más
básico o alcalino). Es muy
importante la medición periódica del PH del agua y del medio (mezcla un poco
de medio con el agua y mide el PH de la solución), realmente un PH
inadecuado puede alterar el buen
desarrollo de las plantas. Existen varias
formas de medir el PH: medidores electrónicos digitales,
reactivos líquidos
o el clásico papel tornasol. (No mide decimales).
Un PH excesivamente ácido
se puede corregir añadiendo cal hidratada o bicarbonato. Un PH
excesivamente
básico se corrige añadiendo ácido nítrico o simplemente vinagre o limón.
La
temperatura del agua de riego deberá oscilar entre los 21 grados centígrados,
las plantas agradecen
el agua tibia.
La cantidad de agua depende de
varios factores: El tamaño del recipiente, una maceta grande requerirá
menos
riegos que una pequeña. El tamaño de la planta, las plantas grandes necesitan un
gran aporte de
agua. A pesar de que cuando ``beben" lo hacen en cantidades
considerables(parte del agua se evapora
por el calor del ambiente), las
plantas deben pasar cortos periodos ``secos" entre riego y riego, sólo se
dejará secar la primera capa de medio. Si la superficie está mojada o queda
agua en la cubeta, no
conviene dar un segundo riego. Las plantas empalidecen
y se acaban pudriendo si el riego es excesivo,
si por el contrario el riego
es insuficiente se secarán algunas hojas inferiores, si el agua no llega la
planta
dejará caer sus hojas como si estuviese fatigada, puede ser un
momento critico si no se le suministra
agua con rapidez. Convendría disolver
un poquito de jabón en el agua para asegurar una mayor
absorción, incluso
pulverizarla con dicha agua.
Aunque se salve la planta perderá muchas hojas
que le hubieran permitido captar la energía necesaria
para un correcto
desarrollo. Cualquier trauma o shock que pueda recibir una planta le requerirá
un
tiempo hasta volver a recobrar el vigor lo que retrasará el proceso
entero. Durante el desarrollo
vegetativo de una planta. Siempre se seca
alguna hoja grande que otra de la parte inferior, bien sea por
una pequeña
crisis de sed o por que el crecimiento de las ramas superiores le impide que
reciba luz. Es
desaconsejable pulverizar agua sobre las plantas, a no ser
que ocasionalmente se quieran limpiar, nunca
se debe pulverizar ni usar
sprays de ningún tipo sobre plantas en floración, tendría que ser un caso
extremo. La marihuana se debe regar alrededor del tallo directamente en la
maceta, si es posible con
una regadera o un caño muy fino para no agujerear
el medio y destapar las raíces. Regar hasta que el
agua drene en la cubeta,
o directamente en la misma cubeta si se usa un sistema de succión por mecha
o similar.
En la actualidad existen sistemas auto-riego muy eficaces y
se comercializan para los riegos de jardines
en periodos vacacionales. Son
muy prácticos pero presentan el problema que el agua no reposa pues el
programador de riegos va conectado directamente al grifo.
3.2.-
LOS NUTRIENTES.
Las plantas para su crecimiento necesitan el aporte de
una larga lista de elementos químicos para su
desarrollo. Estos se dividen
en tres grupos, los elementos primarios, los secundarios y los
oligoelementos o microelementos.
Los elementos primarios son el
Nitrógeno (N), el Fósforo (P) y el Potasio (K). Siempre vienen enunciados
por este orden <N-P-K>. Son los que las plantas consumen en mayor
cantidad.
Los secundarios son el Magnesio (Mg) y el Calcio (Ca), presentes
en la dolomita.
Los microelementos son consumidos en cantidades muy pequeñas
y son los siguientes: Hierro (Fe),
Azufre (S), Manganeso (Mn), Boro (B),
Molibdeno (Mb), Zinc (Zn) y Cobre (Cu).
El primero de los elementos
primarios es el Nitrógeno. Es el más importante, habilita a la planta a crear
las proteínas esenciales para crear nuevo tejido e interviene en la
producción de clorofila. Está
directamente relacionado con la altura, vigor
y crecimiento en general. Es vital sobretodo durante la fase
de crecimiento
vegetativo en cantidades considerables y en menor cantidad durante el principio
de la
floración. Algunos plantadores cortan el suministro de nitrógeno
durante las últimas semanas de la
floración, sostienen que aumenta la
producción de resina. Sin asegurar esto, si podemos decir que el
porcentaje
de N en el fertilizante que se use en la fase de floración debe ser él más bajo,
o menor que el
segundo elemento, el fósforo.
El Fósforo es el segundo de
los elementos primarios, y es vital para la fotosíntesis. Se le relaciona con la
producción de flores, resina y semillas (sí las hubiere). El cannabis
necesita un gran aporte P durante las
fases de germinación, clonación y
sobretodo en la fase de floración.
El tercero de ellos es el Potasio. Se ve
asociado en la creación y transporte de azúcar y almidón, así
como al
aumento de clorofila en las hojas dando más verdor.
Ayuda a regular las
aperturas de las ``Stomata", unas diminutas glándulas situadas en el contorno de
las
hojas responsables de la transpiración de las plantas y otras funciones
vitales. El potasio también es
necesario para el buen desarrollo de las
raíces y resistencia de la planta contra enfermedades y ataques
de plagas.
Este elemento es usado durante todo el ciclo.
Los elementos secundarios Mg y
Ca: El magnesio es el átomo central de la molécula de clorofila y es
esencial en la absorción de la luz. También ayuda en la absorción de otros
nutrientes, estabilizando el
medio de ácidos o sales tóxicas que se puedan
depositar. El Calcio es fundamental en la creación de
nuevo tejido, por
tanto, necesario para un buen desarrollo.
El mejor aporte de Mg y Ca es la
dolomita, mezclada previamente en el medio y/o disuelta en el riego. Al
ser
de asimilación lenta, es difícil pasarse con la dosis, no parece que afecte el
exceso de dolomita,
quizás por su lenta absorción o por lo bien que mantiene
el PH. La dosis aproximada, sería una taza de
café por cada 8-10 litros de
medio, y si viene en forma de polvillo fino se puede disolver una cucharada
en 5 litros. La dolomita es muy recomendable, si no se dispone de ella se
pueden usar sales de
magnesio de las que venden en la farmacia y añadirlas
en algunos riegos. Previene la clorosis
(enfermedad de las plantas).
De
los oligoelementos o micronutrientes, el más importante es el hierro, este se
administra en forma de
quelatos y su carencia o su no-asimilación por un Ph
inadecuado es la causante de la clorosis férrica, las
hojas superiores y los
brotes jóvenes amarillean siendo visibles los capilares de las hojas que
permanecen verdes. Los fertilizantes cuando contienen micronutrientes lo
especifican, si no fuera así, se
deben administrar por separado.
Los
abonos y fertilizantes en general, sean de origen químico (industrial) u
orgánico (natural), llevan
marcados tres números indicando los porcentajes
de los tres elementos primarios por el siguiente orden
establecido: N-P-K,
Nitrógeno, Fósforo y Potasio.
Un ejemplo seria: <15-30-15> 0 <2.
4-1. 7-1. 9>. En el primer ejemplo los números son altos lo que
indica
que se deberá disolver poca cantidad de producto para obtener la dosis justa. En
el segundo ejemplo los elementos se encuentran más diluidos, por lo que la
cantidad de producto a
diluir será mayor en proporción al primer ejemplo. Lo
que realmente interesa es la proporción de un
elemento con respecto al otro,
así vemos que la cantidad de nitrógeno es la mitad que la de fósforo en el
primer ejemplo <15-30-15>, y mayor en el segundo <2. 4-1. 7-1.
9>.
Los abonos para la fase de crecimiento deben tener un alto contenido
en nitrógeno, o lo que es lo mismo
un primer número mayor que el segundo.
Suelen venir comercializados como abonos para planta verde.
El tercer
número, el potasio, siempre tiene que estar presente en una proporción
considerable. Los aptos
para floración llevan más fósforo que nitrógeno, o
sea, un segundo número mayor que el primero.
La dolomita aportará los
elementos secundarios y muchos abonos orgánicos llevan oligoelelmentos, en
caso contrario se pueden añadir quelatos a la mezcla.
Los abonos pueden
ser de absorción lenta o rápida, y vienen en distintas formas: solubles en el
agua de
riego, mezclables en la tierra, de aplicación superficial o de
aplicación foliar mediante un pulverizador.
También existen bastoncillos que
se entierran y se consumen lentamente. En todos debe venir
especificado su
contenido en nutrientes. Algunos cultivadores usan un mismo fertilizante para
todo el
ciclo con igual número de N, P y K, por ejem. <20-20-20>.
Los que son solubles en agua son de rápida absorción y las dosis
recomendadas suelen superar las aquí
recomendadas. Dado que no hay nada más
irremediable que una sobrefertilización, es muy
recomendable regar si es
preciso más a menudo con dosis muy diluidas (un tercio o un cuarto de la
dosis indicada), que hacerlo de manera más concentrada y menos asiduo. En
principio no se recomienda
abonar más de una vez a la semana. Recordemos que
el exceso de abono es irreversible y la carencia
de uno o más elementos se
puede corregir. La mayoría de los materiales orgánicos mencionados como
parte de la mezcla para el medio de plantación son abonos de lenta
asimilación y trabajar con ellos es
aconsejable pues es difícil
sobrefertilizar. Suelen ser ricos en nitrógeno y serán un primer soporte para la
primera fase del crecimiento, con lo que el primer abonado ya vendrá cuando
las plantas tengan cierta
altura. Medios muy bien preparados con buena turba
y humus de lombriz aseguran un aporte que nos
puede evitar abonar hasta casi
el final de la fase de crecimiento vegetativo.
La última semana antes de
recoger, o incluso antes, se debe dejar de abonar para evitar que los
productos químicos que se hayan podido depositar afecten al sabor de la
María.
Se debe encontrar el fertilizante adecuado al sistema empleado. Aquí
recomendaremos los de lenta
absorción, pues son más seguros. Se pueden ir
aplicando labores superficiales de humus o turba
durante todo el proceso,
con los sucesivos riegos irá penetrando en el medio. Cuanto más pequeños
sean los recipientes más rápido será preciso el riego y el abonado y más
riesgo de sobrefertilizar o de
que la planta pase sed.
Un pequeño exceso
de abono provoca que se quemen las puntas de las hojas, adquiriendo estas
primero un verde muy intenso, para luego ir desmejorando y prácticamente
quemándose algunas de
ellas parcial o totalmente. Si la sobrefertilización
es severa, la planta entera se quemará, curvándose las
hojas hacia dentro.
Una sobrefertilización ligera puede remediarse en parte, aclarando la planta
bajo un
grifo y dejando correr el agua que vaya drenando un buen rato.
Seria una forma de lavar la tierra de las sales tóxicas que se forman al no
poder ser absorbido el
fertilizante allí acumulado. Los químicos son los más
propensos a ello.
De todas formas hace falta hacer un diagnóstico para saber
el porqué del mal aspecto de una planta,
otras cosas como falta de aire o de
luz, o alguna plaga no fácil de detectar a simple vista pudieran ser la
causa.
3.3.- PLAGAS.
La mejor forma de prevenir desastres
es mediante la higiene. Se deben seguir los siguientes consejos:
·No sacar
plantas al exterior (balcones o jardines), si no es para hacerlo de forma
definitiva. En ese caso
no se hará de forma directa, deben aclimatarse poco
a poco para que la luz solar no las queme.
·No aceptar plantas provenientes
del exterior o de otros ``indoor" que no sean de absoluta confianza.
·Siempre que se vaya al campo o se haya estado en contacto con plantas de
exterior o trabajando en
jardines, uno debe cambiarse la ropa y lavarse las
manos antes de acceder al montaje.
·Se deben evitar los excesos de calor y
sequedad (+ de 32oC y - de 40% de humedad), dado que
favorecen las plagas.
·Se deben examinar periódicamente las plantas para detectar la presencia de
plagas o enfermedades. ·Evitar instalar el montaje en cobertizos de jardines o
cerca de balcones que puedan traernos plagas del
exterior. Cuanta más lejos
de la naturaleza se encuentre ubicado el ``indoor", menos precauciones
tendremos que tomar al respecto.
·Las principales plagas son: la araña
roja y la mosca blanca. También hay limacos (babosas), orugas y
pulgones,
aunque no son comunes en interiores. Dichas plagas atacan a todas las plantas y
hay infinidad
de productos de venta en los ``gardens". Allí se puede
informar uno sobre su uso. Utilizar los destinados
a productos agrícolas
respetando el margen de seguridad recomendado. Este margen suele ser de
veintiún días, por lo que es muy desaconsejable usar esprays químicos en el
proceso de floración. Si las
plantas afectadas son pocas, deben ser
retiradas del sistema y tratadas aparte.
·La araña roja, es un ácaro
diminuto del tamaño de un punto. Son de color rojo, marrón o negro según la
variedad. Viven en el envés de las hojas llegando a formar colonias muy
numerosas. Ponen sus huevos
y tejen sus telas entre las venas del envés de
la hoja, a los adultos se les puede encontrar también
encima, dado que se
mueven aunque con lentitud. Succionan el jugo de la hoja dejando una marca a
modo de puntillo amarillento. Dichos puntillos en las hojas son la evidencia
de la presencia de araña roja
o de mosca blanca. Las arañas empiezan
atacando las grandes hojas inferiores, retira las hojas
atacadas y mata los
individuos visibles con un algodón mojado en alcohol o con los dedos.
Seguidamente pulveriza la planta con agua, la humedad les molesta, y luego
aplica un spray tipo ``hogar
y plantas", siempre desde abajo, ladeando la
maceta para que el spray llegue al envés de las hojas.
Repite la operación
al cabo de una semana. Las arañas pasarán de una planta a la otra, si las
plantas se
tocan.
·La mosca blanca actúa de forma parecida a la araña, y
las huellas que deja sobre las hojas, son
similares. Estas vuelan formando
una nube de puntillos blancos que vuelan al agitar la planta. Es más
difícil
de erradicar y más fácil de extenderse.
·Diversas especies de marihuana
presentan resistencia frente a las plagas de araña roja y mosca blanca,
y
parece que la plaga no puede con la planta, y no llega a causar grandes
estragos. A veces, algunas
plantas se ven atacadas y otras no. Los
insecticidas verdes que contienen piretrinas, ``hogar y plantas",
parecen
actuar bien sin demasiado peligro para nuestra salud. Se debe tener mucho
cuidado con las
hormigas, pues son las portadoras de pulgones y otras plagas
que usan como si de ganado se tratase.
Si la afección se produce al final
del ciclo, es mejor no tomar grandes medidas que puedan resultar
peores que
el mal que pueda hacer ya la propia plaga.
·Las orugas se comen los brotes y
los cogollos y se eliminan mediante una bacteria inofensiva para el
hombre,
que se suministra a través del riego y se encuentra en el mercado. Consulta al
garden.
·Los hongos serán retirados con un pincel como se ha explicado
anteriormente. Si son numerosos y
atacan a las hojas, se pulverizará con
fungicidas y se remediará la excesiva humedad ambiente.
A continuación
daremos una receta de un insecticida casero y ecológico de fatal olor, pero de
eficaces
resultados:
Vaciar el contenido de dos paquetes de tabaco en un
litro de agua, añadir un diente de ajo y una cebolla
(el diente de ajo y la
cebolla son opcionales pero aconsejables). Dejar la mezcla en un recipiente de
vidrio abierto al sol, durante un par de días. Transcurrido este periodo,
colar la mezcla y añadir una
cucharada de jabón para vajillas biodegradable.
Pulverizar las plantas una vez a la semana durante un
mes. Al día siguiente
de cada tres.
Otra fórmula casera de mejor olor es la siguiente:
Agua
con un 5% de alcohol etílico (96), unas gotas de lejía biodegradable (10 x
litro) y una cucharada
por litro de jabón también biodegradable. Esta
fórmula no debe ser usada sobre cogollos ya formados,
pues el alcohol
disuelve la resina mientras que el agua no. Si se siguen correctamente las
normas
básicas de higiene y prevención, es difícil que una plaga acceda a un
``indoor" bien ubicado.
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