afecta negocio de narcotraficantes
, Estados Unidos, feb. 20, 2011.- La producción de marihuana en Estados
Unidos y la proliferación de dispensarios médicos para su venta ha afectado el
comercio de droga, pero su impacto ha sido mínimo en las finanzas de los
cárteles, aseguró hoy el grupo editorial Hearst.
A 15 años de que
California se convirtiera en el primer estado en legalizar la venta de marihuana
para uso medicinal, los cultivos domésticos han desplazado en el mercado a la
droga importada que reinó durante décadas, afirmó el grupo Hearst.

Sin embargo, la venta de marihuana sigue proporcionando a los cárteles de la droga
unos dos mil millones de dólares anuales, precisó un despacho difundido por la
cadena en varios de sus 16 periódicos en Estados Unidos, incluyendo el San
Francisco Chronicle.
Además de California, otros 14 estados
estadounidenses cuentan con leyes que permiten el uso médico de la
marihuana.California cuenta con mil 700 dispensarios o puntos de venta que
atienden entre 300 mil y 400 mil clientes.
Esta competencia no ha
disuadido a los cárteles mexicanos, que según un análisis de la Rand Corp del
año pasado, citado por el despacho periodístico, obtienen entre 15 y 25 por
ciento de sus ingresos de la marihuana.
La cantidad de marihuana en la
frontera de Estados Unidos con México aumentó 44 por ciento entre 2005 y 2009,
de acuerdo con la nota, basada en estadísticas del gobierno federal
estadounidense.
En noviembre pasado, los votantes de California
derrotaron en las urnas una propuesta para la legalización total de la
marihuana.
“La marihuana es, por mucho, la droga más incautada en la
frontera suroeste, y continúa sirviendo como fuente deingresos de los cárteles
en México”, dijo el vocero de la Agencia Antinarcóticos de Estados Unidos (DEA)
Rusty Payne, a la cadena Hearst.
El precio promedio de venta callejera
de marihuana mexicana en ciudades como Los Angeles aumentó 60 por ciento entre
2006 y 2010, mientras que la demanda creció en más del doble, según cifras de la
DEA citadas por el grupo Hearst.


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