Un hombre de 47 años sometía a un adolecente a cambio de dinero y de otros regalos que le daba. Todos los días lo retiraba de la escuela para abusarlo sexualmente.
14/09/2012 10:21 PM | CATAMARCA.- Un juicio por abuso sexual llegó a su conclusión en las Cámaras Penales Nº 2 de la provincia. El saldo final fue la condenado a prisión de un hombre de apellido Núñez, quien deberá purgar una pena de 5 años y abonar, además, una suma de 7.000 pesos a la víctima (3.000 pesos menos de lo que había pedido el actor civil durante su alegato en razón del daño moral y psicológico sufrido por la víctima y su familia).
La Fiscalía había abogado para que se condenara a 6 años de prisión al abusador que, si bien encaraba una imputación por corrupción de menor más amenazas y aprovechamiento de la inmadurez sexual de la víctima, recibió una morigeración ya que las imputaciones por corrupción y amenazas fueron dejadas de lado por no quedar debidamente acreditadas.
Por su lado, la defensoría del imputado pidió que, de ser condenado bajo la vieja figura legal del estupro, su defendido afrontara una condena de solamente 3 años de prisión.
Durante el proceso, el testimonio del muchacho reforzó las imputaciones contra el abusador e incluso dio detalles sobre las formas en las que hombre había logrado su objetivo: con engaños le ofrecía dinero para dejarse tocar impúdicamente, episodios que se repitieron frecuentemente hasta que la relación se tornó más compleja llegando a situaciones de acceso carnal.
Todos los abusos lo cometió contra un menor de 14 años en 2010.
En el debate declararon la víctima, que tiene ahora 16 años, dos docentes que se desempeñaban en la escuela a la que el adolescente concurría y una psicóloga, que en líneas generales ratifican lo denunciado en un primer momento, y lo que se trató de dilucidar en el juicio con respecto a los hechos acaecidos en 2010.
Como puso de manifiesto en su testimonio la madre del menor, ésta empezó a notar cambios en la conducta de su hijo, que comenzó a comportarse de manera errática y ausente, lo que le generó sospechas.
Sin embargo, esto fue ampliamente confirmado una vez que fue a buscar a su hijo a la escuela, un establecimiento educativo ubicado en la ciudad y dialogó con una de las docentes del menor.
La profesora mencionó, como al pasar, que estaba preocupada por la desaparición de unas llaves y se refirió a la presencia habitual del "tío" del menor en la puerta del colegio, o en momentos en que se acercaba al establecimiento a retirarlo, lo que hacía en horas de clase.
Grande fue la sorpresa de la madre al conocer este dato, puesto que el niño no tenía ningún pariente con estas características, ni había algún familiar que quepa en la descripción que se le brindaba.
Éste fue el puntapié inicial que desembocó, luego, en la presentación de la denuncia hacia el sujeto de 47 años, que mantenía una relación con el adolescente en la que habría existido abuso en reiteradas oportunidades.
En su declaración, el adolescente ratificó la existencia de los hechos que se le imputaban al hombre, e incluso dio luz a otros que no habían sido dados a conocer previamente.
Presuntamente, el hombre de 47 años se había hecho "amigo" del niño, engañándolo y dándole dinero para instarlo a que se deje tocar en sus partes íntimas y le practique sexo oral, hecho que sucedió en reiteradas ocasiones.
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